16/3/17

LOS OTROS MALTRATOS: MADRES MALTRATADORAS (II)

Estimados lectores:


Continuaré con este tema por la extensión y diversidad del mismo.

 Como comenté anteriormente,  éste, es un tipo de violencia aun más solapada y escondida que la violencia de genero clásica, y tal vez, si se me permite poner grados (solo para facilitar la explicación y el entendimiento del mismo, porque con violencia, sea la que sea, no puede existir grados, toda es dañina), ésta alcanzaría el limite superior.



La de hoy es la que ejercen las madres hacia sus hijas, que delante de abusos sexuales, paternos, de  novios o parejas suyas, callan, ignoran y miran hacia otro lado.

No me refiero a familias desestructuradas, donde quizás es más fácil intuirlo, sino a aquellas de "apariencia normal" con un matrimonio bien avenido, modélico, donde el marido y padre de familia lleva la voz cantante en todo, con una madre callada y sumisa siempre pendiente de él, y una hija como mínimo, mayoritariamente, silenciosa, triste, o bien lo contrario, trasgresora y desafiante. Dónde el drama se cuece en la intimidad, durante la noche o en periodos que el padre esta a solas con la hija.

La madre, sabe que ocurre algo, que no es normal que el padre visite todas las noches la habitación de la hija, o que la niña o adolescente no quiera estar con él, se asuste de su presencia, cambie de actitud, adelgace o engorde, baje el rendimiento académico, se comporte de modo llamativo, intente llamar su atención, aunque no lo exprese con palabras. Sin embargo, calla, normaliza una situación anómala, tapa el comportamiento paterno no dándole importancia, creyéndose las mentiras que cuenta él o inventándose otra realidad paralela para no sufrir ella misma. En ocasiones es la propia madre quien "ofrece" a su hija para no sufrir ella misma la violencia de su marido o compañero. Esta situación puede perpetuarse a lo largo del tiempo.

La víctima, que sufre en silencio una devastación física y psicológica integral, aprende a vivir con esa doble moralidad: la de esconder el drama que está sucediendo en su casa precisamente con aquellos que se comprometieron moralmente a protegerle de todo mal. Es incapaz de verbalizarlo ni en el colegio ni frente a otro adulto, por las represalias que ello conlleva, y muchísimo menos, denunciarlo delante las autoridades. El padre, se crece delante la impunidad, y la madre entiende que mientras no se sepa, no pasa nada, la familia está a salvo.

Hay situaciones en que el propio padre, engendra un hijo-nieto, y la misma familia culpabiliza a la víctima del suceso, sintiéndose ésta doble víctima: por sufrir abusos y por quedarse embarazada.

En el mejor de los casos, cuando la víctima reúne fuerzas, y planta cara al maltratador, éste se retira, pero irá a buscar a una hermana menor, o amenazará con mas daño psicológico a la familia si ella habla. En otras ocasiones, la hija adolescente ve como única salida  quedarse embarazada de cualquier chico para escapar de la situación. En muchos casos se opta por el suicidio, y en la mayoría, por el silencio encubridor, que es lo único que esta madre ha sabido trasmitir con precisión.

Si la víctima, después de un duro proceso personal ha sido capaz de denunciar, lo hace hacia el padre, no incluye a la madre, que por sus propios miedos e inseguridades ha permitido semejante barbaridad. En estos casos, la madre siempre es vista como una víctima mas de la situación, no como una agravante de ella. 

 La madre, aquí,  no es la maltratadora directa, pero actúa como tal, al no ejercer su rol protector hacia la menor, quien precisamente por ser menor, está  y se siente absolutamente desprotegida frente al mundo adulto. Tal vez este es el caso mas grave de maltrato materno, pues las secuelas son difíciles de solventar, quizás imposible,

En caso de conocer alguna situación parecida no duden en contactar con profesionales o autoridades.


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